La Lomce, también conocida como Ley Wert, es la séptima reforma educativa
de la democracia. Estos son los principales cambios que plantea respecto a la
ley anterior, la LOE (Ley Orgánica de Educación).
Hay pruebas de capacitación al final de cada etapa
educativa: Primaria, ESO y Bachillerato o FP.
En Primaria,
el examen servirá para orientar sobre el nivel de conocimientos del niño. En 3º
de Primaria se hace otro examen para la detección precoz de problemas de
aprendizaje en los niños.
En la
ESO y en Bachillerato, estas pruebas externas son reválidas, es decir, es
necesario aprobar el examen externo de la ESO a los 16 años para obtener el
título de enseñanza obligatoria y es necesario aprobar el examen de
Bachillerato para poder obtener el título y acceder a la Universidad. Si se
suspende el examen de Bachillerato, se puede pasar a la Formación Profesional
de grado superior.
La anterior
ley educativa prohibía elaborar rankings con esas evaluaciones por considerar
que perjudicaba al conjunto de los centros, al “tirar” de algunos hacia arriba
y hundir a otros.
El Gobierno
central fija hasta el 65% de los contenidos de las enseñanzas mínimas en las
comunidades con lengua cooficial y el 75% de los contenidos en las demás
comunidades autónomas.
Las
asignaturas se dividen en tres bloques: asignaturas troncales (el Ministerio
fija los contenidos); asignaturas específicas (el Ministerio fija los objetivos
y criterios de evaluación y las comunidades autónomas el temario concreto) y
asignaturas de libre configuración autonómica, en las que las autonomías fijan
objetivos, criterios de evaluación y temario.
En Educación
Primaria hay seis cursos. Los alumnos deben cursar las siguientes áreas del
bloque de asignaturas troncales en todos los cursos: Ciencias de la Naturaleza;
Ciencias Sociales; Lengua Castellana y Literatura; Matemáticas y Primera Lengua
Extranjera.
En cuanto a
las asignaturas específicas, los alumnos de Primaria tendrán que cursar
Educación Física y Religión o Valores Sociales y Cívicos y, en función de la
oferta de su colegio, al menos una de las siguientes áreas: Educación Artística
o Segunda Lengua Extranjera.
Lengua
Cooficial y Literatura estarán en el bloque de asignaturas de libre
configuración autonómica en aquellas Comunidades Autónomas que posean lengua
cooficial.
Tanto la asignatura de religión como su alternativa
son evaluables y la nota cuenta para la media del curso a la hora de solicitar
una beca o en los resultados de las pruebas externas de evaluación.
Los
itinerarios se adelantan: en 3º de la ESO, a los 14 años, los niños empezarán a
orientarse hacia Bachillerato o formación profesional a través de algunas
asignaturas optativas y eligen entre dos niveles distintos de matemáticas. Y en
2º de ESO, los alumnos que hayan repetido dos veces podrán pasar a la nueva FP
Básica.
En 4º de la
ESO los alumnos se dividen entre los que van a estudiar bachillerato o FP. Y
quedan establecidos tres Bachilleratos: Ciencias, Artes, y Humanidades y
Ciencias Sociales.
En Primaria, después del examen de 3º, el alumno podrá
repetir como medida excepcional. Los alumnos de Secundaria repiten curso si
suspenden tres o más asignaturas o dos, si estas son Lengua Castellana y
Literatura y Matemáticas. Se podrá repetir el mismo curso una sola vez y dos
veces como máximo dentro de la etapa.
El castellano es lengua vehicular de la enseñanza en
todo el Estado y las lenguas cooficiales lo son también en sus respectivas
Comunidades Autónomas. Al finalizar la educación básica, todos los alumnos deberán
ser capaces de comprender y expresarse en lengua castellana y en la cooficial.
Las administraciones educativas garantizarán el derecho de los alumnos a
recibir las enseñanzas en castellano. Si un alumno quiere estudiar en
castellano y no existe la posibilidad de hacerlo en un colegio público o
concertado, el Estado adelantará el coste de escolarizar al niño en un colegio
privado y luego detraerá esa cantidad a la comunidad autónoma.
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