Blog creado para una comunicación directa con las familias de nuestro colegio

lunes, 30 de diciembre de 2013
lunes, 16 de diciembre de 2013
Decálogo para formar un delincuente.
El
popular juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, conocido por sus
sentencias educativas y orientadoras, ha publicado un libro “Reflexiones de un
juez de menores” (editorial Dauro), en el que inserta un “Decálogo para formar
un delincuente”. Es muy interesante, y dice así:
1.
Comience
desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de
que el mundo entero le pertenece.
2.
No
se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la
mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3.
Cuando
diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
4.
No
le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos
de culpabilidad.
5.
Recoja
todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se
acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6.
Déjele
leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos
estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7.
Riña
a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado
el día en que la familia, quizás por su propia conducta, quede destrozada para
siempre.
8.
Déle
todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del
mismo es necesario trabajar.
9.
Satisfaga
todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la
austeridad podrían producirles frustraciones.
10. Póngase de su parte en cualquier
conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen
prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.
lunes, 2 de diciembre de 2013
La educación en valores empieza en casa.
La
educación en valores de
los niños es realmente importante, pues les permitirá adaptarse a los
ambientes, convivir correctamente con las demás personas, solucionar conflictos
con mayor facilidad, en general sentirse bien con ellos mismos.
Muchos
valores deben ser infundidos en ellos, por ejemplo, la comprensión, la amistad,
la solidaridad, la paciencia, y el respeto son algunos de los que no pueden
faltar.
Es importante que los niños conozcan estos valores para que
así mismo puedan respetar a los demás y llevar una vida completamente sana,
donde él también sea respetado por los demás.
Los
padres deben tener claro que
el lugar donde deben aprender los valores es en casa, si bien cuando estén en
el colegio esos valores van a ser reforzados, es deber de la familia que
ellos los conozcan y sobre todo que los practiquen.
La
manera adecuada de educar a los niños en valores es por medio del ejemplo,
así que los padres además de enseñárselos con palabras deben actuar consecutivamente
con eso que les están enseñando.
Además
esto debe ser un aprendizaje continuo, los valores se arraigan con el
tiempo, así que no se trata de solo darles una clase un día diciéndoles qué son
los valores, cuáles son y para qué les servirán en la vida.
Por
el contrario, es un aprendizaje de todos los días y el cual debe ser practicado
con las respuestas y actitudes que tengan frente a diferentes situaciones que
se les presenten.
Artículo de la web
Educapeques.
http://www.educapeques.com/escuela-de-padres/educacion-en-valores-en-los-ninos-y-ninas.html
lunes, 25 de noviembre de 2013
Lomce: la claves de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa
La Lomce, también conocida como Ley Wert, es la séptima reforma educativa
de la democracia. Estos son los principales cambios que plantea respecto a la
ley anterior, la LOE (Ley Orgánica de Educación).
Hay pruebas de capacitación al final de cada etapa
educativa: Primaria, ESO y Bachillerato o FP.
En Primaria,
el examen servirá para orientar sobre el nivel de conocimientos del niño. En 3º
de Primaria se hace otro examen para la detección precoz de problemas de
aprendizaje en los niños.
En la
ESO y en Bachillerato, estas pruebas externas son reválidas, es decir, es
necesario aprobar el examen externo de la ESO a los 16 años para obtener el
título de enseñanza obligatoria y es necesario aprobar el examen de
Bachillerato para poder obtener el título y acceder a la Universidad. Si se
suspende el examen de Bachillerato, se puede pasar a la Formación Profesional
de grado superior.
La anterior
ley educativa prohibía elaborar rankings con esas evaluaciones por considerar
que perjudicaba al conjunto de los centros, al “tirar” de algunos hacia arriba
y hundir a otros.
El Gobierno
central fija hasta el 65% de los contenidos de las enseñanzas mínimas en las
comunidades con lengua cooficial y el 75% de los contenidos en las demás
comunidades autónomas.
Las
asignaturas se dividen en tres bloques: asignaturas troncales (el Ministerio
fija los contenidos); asignaturas específicas (el Ministerio fija los objetivos
y criterios de evaluación y las comunidades autónomas el temario concreto) y
asignaturas de libre configuración autonómica, en las que las autonomías fijan
objetivos, criterios de evaluación y temario.
En Educación
Primaria hay seis cursos. Los alumnos deben cursar las siguientes áreas del
bloque de asignaturas troncales en todos los cursos: Ciencias de la Naturaleza;
Ciencias Sociales; Lengua Castellana y Literatura; Matemáticas y Primera Lengua
Extranjera.
En cuanto a
las asignaturas específicas, los alumnos de Primaria tendrán que cursar
Educación Física y Religión o Valores Sociales y Cívicos y, en función de la
oferta de su colegio, al menos una de las siguientes áreas: Educación Artística
o Segunda Lengua Extranjera.
Lengua
Cooficial y Literatura estarán en el bloque de asignaturas de libre
configuración autonómica en aquellas Comunidades Autónomas que posean lengua
cooficial.
Tanto la asignatura de religión como su alternativa
son evaluables y la nota cuenta para la media del curso a la hora de solicitar
una beca o en los resultados de las pruebas externas de evaluación.
Los
itinerarios se adelantan: en 3º de la ESO, a los 14 años, los niños empezarán a
orientarse hacia Bachillerato o formación profesional a través de algunas
asignaturas optativas y eligen entre dos niveles distintos de matemáticas. Y en
2º de ESO, los alumnos que hayan repetido dos veces podrán pasar a la nueva FP
Básica.
En 4º de la
ESO los alumnos se dividen entre los que van a estudiar bachillerato o FP. Y
quedan establecidos tres Bachilleratos: Ciencias, Artes, y Humanidades y
Ciencias Sociales.
En Primaria, después del examen de 3º, el alumno podrá
repetir como medida excepcional. Los alumnos de Secundaria repiten curso si
suspenden tres o más asignaturas o dos, si estas son Lengua Castellana y
Literatura y Matemáticas. Se podrá repetir el mismo curso una sola vez y dos
veces como máximo dentro de la etapa.
El castellano es lengua vehicular de la enseñanza en
todo el Estado y las lenguas cooficiales lo son también en sus respectivas
Comunidades Autónomas. Al finalizar la educación básica, todos los alumnos deberán
ser capaces de comprender y expresarse en lengua castellana y en la cooficial.
Las administraciones educativas garantizarán el derecho de los alumnos a
recibir las enseñanzas en castellano. Si un alumno quiere estudiar en
castellano y no existe la posibilidad de hacerlo en un colegio público o
concertado, el Estado adelantará el coste de escolarizar al niño en un colegio
privado y luego detraerá esa cantidad a la comunidad autónoma.
lunes, 18 de noviembre de 2013
Diez consejos para ser un buen padre.
Para ser un buen
padre es necesario que transmitas alegría
a tu hijo
en la convivencia diaria. Ofrecer el mensaje de que lo quieres y disfrutas cuando estás junto a él.
Las horas de comidas, cuando preparan la mochila para el cole, mientras juegan, cuando escuchamos música... Sencillamente, hay que encontrar tiempo para estar con ellos. Aunque tengamos muchas obligaciones y estas sean muy absorbentes y agobiantes, estar presentes en la vida de los chicos es prioritario.
La personalidad de los hijos se desarrolla a partir de la relación con los padres, de lo que reciben de ellos y de lo que aprenden a su lado. Por eso cuando estamos con los niños, debemos estar entregados en cuerpo y alma, con ganas, no leyendo el periódico, hablando por teléfono o pensando en nuestras cosas.
Si el padre no tiene relación amorosa con la madre de sus hijos, que al menos tenga relación amistosa. El buen trato entre los padres es indispensable porque muestra los sentimientos que existen entre ellos. Aunque las cosas no vayan del todo bien en la pareja o ex pareja, en la relación entre los padres tiene que reinar el respeto. Hay que hablar del otro y con el otro con aprecio, aún en las discusiones y cuidar todas las facetas de la relación: amistad, compromiso, comunicación, resolución de conflictos, corresponsabilidad o negociación. Si esto no se logra, lo mejor es buscar ayuda. La relación entre los padres crea una atmósfera en la que el niño crece y va formando su identidad. No es lo mismo que haya confianza y armonía entre los padres a que papá y mamá se contradigan y descalifiquen entre sí.
Los padres son sus modelos, los chicos copian de ellos modos de ser, de afrontar y resolver, de relacionarse con las cosas, con los demás y consigo mismos. Así, muchas veces nos muestran nuestros propios defectos. Si al verlos, en lugar de enfadarnos, intentamos corregirnos y educar con el ejemplo, les enseñaremos a corregirse y mejoraremos nosotros también. Saberse un modelo y tratar de estar a la altura en la que nos ponen los hijos es muy educativo para todos.
Una infancia feliz es casi una garantía de una vida feliz, por lo menos favorece que en el futuro el niño tenga integridad emocional y buena salud mental. Llegar a casa con chuches, planificar una excursión en familia, hacerles chistes para reírnos con ellos, jugar al escondite, contarles historias... este tipo de alegrías los chicos las reciben como algo más que un gesto, para ellos representan «lo bueno de la vida». Y estas cosas buenas son las que les fortalecen, les hacen más valientes y les dan armas para afrontar las dificultades propias del crecimiento o las circunstancias adversas. Tener una bicicleta o un patinete es estupendo, pero reírse con papá y mamá es necesario. Darles alegría no consiste en comprarles juguetes, sino en transmitirles, a través de la convivencia, el mensaje de que sus padres les quieren y disfrutan con ellos.
Cuando el niño es relegado en los intereses del padre, se refugia en la madre y se vuelve demasiado dependiente de ella. La principal función del padre es ayudar al hijo a sentirse seguro en el mundo más allá de los brazos de la madre, y para eso el pequeño debe sentir que es importante para papá. El vínculo con los hijos no es genético, es ético. Es el resultado de una decisión amorosa que hay que sostener día a día. Además, darles el primer lugar en nuestra vida nos hace a nosotros tan felices como a ellos.
Estar atentos a lo que dicen y no dicen y animarles a expresar lo que piensan y sienten es la forma de conocerles. Los niños tienen creencias y fantasías que sorprenden al adulto. Para enterarnos de lo que pasa por sus cabecitas hay que escucharles con atención. Escuchar es un acto de amor, cuando les prestamos atención se sienten importantes para nosotros. Además, les damos la posibilidad de escucharse a sí mismos, ser capaces de hablar para defenderse, dar una opinión, plantear lo que no entienden, resolver conflictos, contar sentimientos o emociones e inventar historias. Y si comparten con nosotros sus tribulaciones o temores, se quedan aliviados.
Disciplinarlos es una de forma de amarlos. Si les marcamos límites, si les negamos algo que nos piden pero no les conviene o nos oponemos a sus deseos porque no son razonables, será siempre por su bien, para ayudarles. No les educamos «para que no molesten a los mayores», sino para que sean felices y cabales.
Cuando les enseñamos a usar la cuchara, a ser responsables con los deberes del colegio o a no gritar dentro de casa, no lo hacemos para que no se ensucien o no nos den la lata, sino para ayudarles a desarrollarse como seres independientes. La disciplina adecuada une amor, razón y respeto por el niño. Si tenemos esas tres cosas, ya podremos enfadarnos sin miedo: sabremos corregirles sin agredirles y hacerlo solo cuando lo necesitan.
Contarles cuentos a los niños es igual a darles un «máster universitario infantil». Ellos necesitan los relatos para aprender a hilar situaciones, a comprender que primero pasa una cosa y luego otra y para entender el tiempo. No hay nada tan interesante y entretenido como escuchar las cosas que les pasan a los demás y ver cómo resuelven sus problemas desde el lugar más seguro del mundo: al lado de papá o mamá. Junto a él pueden identificarse con el protagonista, atravesar penalidades y triunfar sin sufrir un rasguño. Pero los cuentos no tienen solo un valor intelectual: la voz de papá o mamá les envuelve y les reconforta ahora igual que les arrullaban las nanas cuando eran bebés y les da ánimo para enfrentarse a los monstruos de la noche. Por eso les gusta tanto el cuento de antes de dormir.
Los «asuntos de chicos» son importantes, sobre todo si se trata de los hijos. Sean serios o banales, como tienen importancia para el niño, también tienen que tenerla para papá y mamá. Sin agobiarles ni atosigarles, hay que estar cerca de ellos para encauzar conductas, asistir a las reuniones del colegio, acompañarles al médico, estar al tanto de las notas, de qué hacen en el tiempo libre o cómo les va con los amigos. Aunque no existen recetas, hay una fórmula básica que consiste en acostumbrarles desde pequeños a que nos cuenten sus cosas, sin presiones y con respeto. Si estamos a su misma altura y podemos mirarles a los ojos, mejor.
Las horas de comidas, cuando preparan la mochila para el cole, mientras juegan, cuando escuchamos música... Sencillamente, hay que encontrar tiempo para estar con ellos. Aunque tengamos muchas obligaciones y estas sean muy absorbentes y agobiantes, estar presentes en la vida de los chicos es prioritario.
La personalidad de los hijos se desarrolla a partir de la relación con los padres, de lo que reciben de ellos y de lo que aprenden a su lado. Por eso cuando estamos con los niños, debemos estar entregados en cuerpo y alma, con ganas, no leyendo el periódico, hablando por teléfono o pensando en nuestras cosas.
Si el padre no tiene relación amorosa con la madre de sus hijos, que al menos tenga relación amistosa. El buen trato entre los padres es indispensable porque muestra los sentimientos que existen entre ellos. Aunque las cosas no vayan del todo bien en la pareja o ex pareja, en la relación entre los padres tiene que reinar el respeto. Hay que hablar del otro y con el otro con aprecio, aún en las discusiones y cuidar todas las facetas de la relación: amistad, compromiso, comunicación, resolución de conflictos, corresponsabilidad o negociación. Si esto no se logra, lo mejor es buscar ayuda. La relación entre los padres crea una atmósfera en la que el niño crece y va formando su identidad. No es lo mismo que haya confianza y armonía entre los padres a que papá y mamá se contradigan y descalifiquen entre sí.
Los padres son sus modelos, los chicos copian de ellos modos de ser, de afrontar y resolver, de relacionarse con las cosas, con los demás y consigo mismos. Así, muchas veces nos muestran nuestros propios defectos. Si al verlos, en lugar de enfadarnos, intentamos corregirnos y educar con el ejemplo, les enseñaremos a corregirse y mejoraremos nosotros también. Saberse un modelo y tratar de estar a la altura en la que nos ponen los hijos es muy educativo para todos.
Los niños
necesitan a su papá y a su mamá en todo momento y para muchísimas cosas. Lo
necesitan para que les arrope, les ayude a trepar más alto, a dejar los pañales o a hacer los
deberes.
Un padre
ayuda a crecer. Por eso es necesario
que papá y mamá digan tanto «sí» como «no», él tiene que saber conjugar mimos y límites. A veces, los padres,
conscientes de que pasan poco tiempo con los hijos, priorizan una faceta y se convierten
en padres que solo juegan o miman y desatienden los conflictos o, por el
contrario, en padres ogros que solo saben reprender como si vivieran enfadados.
O se interesan nada más por algunas de las actividades del hijo y desatienden
las otras: no se pierden ni un partido de fútbol del niño pero no se enteran de
cómo le va en la escuela
o con los amigos.
Una infancia feliz es casi una garantía de una vida feliz, por lo menos favorece que en el futuro el niño tenga integridad emocional y buena salud mental. Llegar a casa con chuches, planificar una excursión en familia, hacerles chistes para reírnos con ellos, jugar al escondite, contarles historias... este tipo de alegrías los chicos las reciben como algo más que un gesto, para ellos representan «lo bueno de la vida». Y estas cosas buenas son las que les fortalecen, les hacen más valientes y les dan armas para afrontar las dificultades propias del crecimiento o las circunstancias adversas. Tener una bicicleta o un patinete es estupendo, pero reírse con papá y mamá es necesario. Darles alegría no consiste en comprarles juguetes, sino en transmitirles, a través de la convivencia, el mensaje de que sus padres les quieren y disfrutan con ellos.
Cuando el niño es relegado en los intereses del padre, se refugia en la madre y se vuelve demasiado dependiente de ella. La principal función del padre es ayudar al hijo a sentirse seguro en el mundo más allá de los brazos de la madre, y para eso el pequeño debe sentir que es importante para papá. El vínculo con los hijos no es genético, es ético. Es el resultado de una decisión amorosa que hay que sostener día a día. Además, darles el primer lugar en nuestra vida nos hace a nosotros tan felices como a ellos.
Estar atentos a lo que dicen y no dicen y animarles a expresar lo que piensan y sienten es la forma de conocerles. Los niños tienen creencias y fantasías que sorprenden al adulto. Para enterarnos de lo que pasa por sus cabecitas hay que escucharles con atención. Escuchar es un acto de amor, cuando les prestamos atención se sienten importantes para nosotros. Además, les damos la posibilidad de escucharse a sí mismos, ser capaces de hablar para defenderse, dar una opinión, plantear lo que no entienden, resolver conflictos, contar sentimientos o emociones e inventar historias. Y si comparten con nosotros sus tribulaciones o temores, se quedan aliviados.
Disciplinarlos es una de forma de amarlos. Si les marcamos límites, si les negamos algo que nos piden pero no les conviene o nos oponemos a sus deseos porque no son razonables, será siempre por su bien, para ayudarles. No les educamos «para que no molesten a los mayores», sino para que sean felices y cabales.
Cuando les enseñamos a usar la cuchara, a ser responsables con los deberes del colegio o a no gritar dentro de casa, no lo hacemos para que no se ensucien o no nos den la lata, sino para ayudarles a desarrollarse como seres independientes. La disciplina adecuada une amor, razón y respeto por el niño. Si tenemos esas tres cosas, ya podremos enfadarnos sin miedo: sabremos corregirles sin agredirles y hacerlo solo cuando lo necesitan.
Contarles cuentos a los niños es igual a darles un «máster universitario infantil». Ellos necesitan los relatos para aprender a hilar situaciones, a comprender que primero pasa una cosa y luego otra y para entender el tiempo. No hay nada tan interesante y entretenido como escuchar las cosas que les pasan a los demás y ver cómo resuelven sus problemas desde el lugar más seguro del mundo: al lado de papá o mamá. Junto a él pueden identificarse con el protagonista, atravesar penalidades y triunfar sin sufrir un rasguño. Pero los cuentos no tienen solo un valor intelectual: la voz de papá o mamá les envuelve y les reconforta ahora igual que les arrullaban las nanas cuando eran bebés y les da ánimo para enfrentarse a los monstruos de la noche. Por eso les gusta tanto el cuento de antes de dormir.
Los «asuntos de chicos» son importantes, sobre todo si se trata de los hijos. Sean serios o banales, como tienen importancia para el niño, también tienen que tenerla para papá y mamá. Sin agobiarles ni atosigarles, hay que estar cerca de ellos para encauzar conductas, asistir a las reuniones del colegio, acompañarles al médico, estar al tanto de las notas, de qué hacen en el tiempo libre o cómo les va con los amigos. Aunque no existen recetas, hay una fórmula básica que consiste en acostumbrarles desde pequeños a que nos cuenten sus cosas, sin presiones y con respeto. Si estamos a su misma altura y podemos mirarles a los ojos, mejor.
Por: Carla Padín
Asedores: Pedro Molino, tutor de la
Universidad de Padres online. Iluminada Sánchez, docente de la
Asociación Escuela de Clínica Psicoanalítica con Niños y Adolescentes de Madrid.
martes, 12 de noviembre de 2013
CHARLA SOBRE PREVENCIÓN DE CONDUCTAS ADICTIVAS.
Organiza:
Concejalía de Participación Ciudadana en colaboración con Proyecto Hombre.
Fechas:
21 de noviembre , a las 10h. (primera sesión de un total de cinco, una sesión
cada semana). Duración: 1 hora.
Lugar:
Centro Municipal de Participación Ciudadana "Carmen Conde" situada en
la calle Miguel Hernández nº 24
Información
de la charla:
Se
informará a los padres de cómo prevenir y tratar conductas adictivas como son
el alcoholismo, drogadicción, uso de internet etc.
Estas
charlas son totalmente gratuitas y se impartirán de una forma dinámica en la
que podrán exponer sus dudas y solicitar la información que necesiten.
Persona
de contacto: José Moñino, Jefe de servicio de Inmigración y Participación
ciudadana (965306645 – 689226168)
viernes, 8 de noviembre de 2013
Bienvenida
Estrenamos
este nuevo blog del Colegio Diocesano Oratorio Festivo de San Miguel para todas
las familias de nuestro colegio.
La
intención de este blog es que sea una vía más, no sólo de comunicación, sino
como fuente de información. Un lugar donde poder leer y compartir diferentes
artículos, opiniones, comentarios, reseñas, vídeos, libros, etc. que nos ayuden
a reflexionar sobre la educación de sus hijos y su importancia.
En este
blog la Comisión de Familias del colegio, irá publicando periódicamente
artículos y enlaces que consideremos sean de interés para las familias.
Esperamos sus opiniones y comentarios a los artículos. También pueden
proponernos artículos para su publicación en la siguiente dirección: ofsmpadres@gmail.com.
Esperamos
que este blog les sirva de ayuda.
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